El motivo último de la política belicista de Israel es el exterminio sistemático de palestinos para mantener el carácter de Israel como estado judío. Hay que considerar que Israel no nace como un estado normal y corriente sino como un estado con una definición étnico-religiosa muy particular: estado judío. Para ser fiel a su autodefinición, excluye el concepto de ciudadanía universal. Si aceptara como ciudadanos a los legítimos habitantes de su territorio en el momento de su nacimiento como estado o, en la actualidad, a los palestinos de Gaza y Cisjordania, los territorios que controla y ocupa, su concepción como Estado judío estaría en peligro, ya que la población judía dejaría de ser la mayoritaria. Para mantener esa mayoría judía y con ello su sentido como estado judío, Israel ocupa territorios, aparta y discrimina a los palestinos y, ocasionalmente, lleva a cabo operaciones militares que matan a cientos o miles y provocan el desplazamiento de miles más.
La elevada natalidad entre los palestinos, junto con la baja natalidad de los judíos israelís (y el hecho de que, dentro de los judíos, los que tienen unas tasas de natalidad más elevadas sean los ultraortodoxos), es una de las preocupaciones principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica. Ya hoy los judíos dentro de la llamada Línea Verde, las fronteras de antes del 67, conforman el 70% de la población, y se calcula que dentro de veinte años podrían ser el 50%. Los árabes-israelís tienen una natalidad más elevada que los hebreos.
Israel se opone a la creación de un Estado palestino, lo que implicaría ceder buena parte de su territorio, de hecho, va robando más por el establecimiento de colonos, pero también se niega a conceder derechos plenos y ciudadanía a los palestinos de Gaza y Cisjordania, porque si lo hiciera, estaría renunciando a su carácter judío como Estado al no ser ya la judía la religión mayoritaria. Esto es lo que algunos historiadores y politólogos llaman “etnocracia”. En palabras del israelí Sergio Yahni, integrante del Alternative Information Center, en la publicación “El hombre mojado no teme la lluvia” (Ed.Debate):
“Israel solo puede ser un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía, pero para ello tiene o que llevar a cabo una nueva limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no asuma una verdadera transformación democrática, no viviremos en paz y seguirá la represión”.
Esto explica la crisis que se está viviendo en estos momentos, provocada por agravios religiosos, es cierto, pero sobretodo, aunque los medios lo oculten, por la expulsión de palestinos de sus casas en los territorios ocupados para asentar a colonos judíos, lo que ha prendido la mecha que da ahora sus sangrientos frutos.
Valencia Metapolítica IV
El sábado 21 de septiembre se celebró la jornada Valencia Metapolítica IV, bajo el lema “La llave la tienes tu”, organizada por Valentia...
0 comentarios