El miércoles 22 de marzo de 2023, tuvo lugar en “El Rincón Español” la presentación del libro “ETA ni olvido ni perdón. Una sociedad que premia a sus verdugos y olvida a sus víctimas” del funcionario del Cuerpo Nacional de Policía Jesús Antonio Longueira Álvarez. La obra fue presentada por el miembro de Valentia Forum José Miguel Pérez, por su editor, Álvaro Romero y por Martín Saéz de Ynestrillas, analista político en las tertulias «En la boca del Lobo», de Javier García Isac (Informa Radio) y «El Contrapunto», de Javier Algarra (Decisión Radio) y también hijo del comandante Ricardo Saéz de Ynestrillas, asesinado por ETA en junio de 1986.

El acto, organizado por SND editores y por Valentia Forum, dio inicio puntual a las 19:30, con las palabras de José Miguel Pérez caracterizadas por un discurso contundente y emocionante. Álvaro Romero tomó el relevo y además de presentar a Martín, recordó como el sistema criminaliza a quienes tratan de impedir que las víctimas de ETA sean olvidadas, con apelativos como “empresario falangista” o “editor franquista”, que lejos de sentirlos como insultos, Álvaro y Martín defienden en uso de su libertad y su compromiso patriota.

Intervino finalmente Martin Saéz de Ynestrillas, recordando que víctimas de ETA somos todos, porque el conjunto de la sociedad ha padecido sus villanías y mostrando una claridad de ideas envidiable en el recuerdo y la reivindicación de quienes dieron su vida ante la barbarie terrorista de ETA y de algunos grupos más como el FRAP o el GRAPO. Tras una breve primera intervención, la charla se desarrolló con preguntas, primero de Álvaro y José Miguel y luego de todo el público asistente que abarrotaba “El Rincón Español”. 

Se recordaron numerosos casos como el del empresario guipuzcoano Luis Olarra Ugartemendía, que se negó a ceder al chantaje del impuesto revolucionario de ETA. Los terroristas le pedían 150 millones de pesetas y, tras reunirse con un dirigente del PNV y otro de HB, les indicó que no sólo no iba a ceder a la extorsión y no iba a pagar una peseta, sino que había depositado en una cuenta en Zurich esa cantidad, que sería abonado a la mafia marsellesa si algo le pasaba a él o a su familia. Para ser tomado debidamente en serio, dio nombres, trabajos y direcciones de gente del entorno terrorista, de sus padres, madres e hijos. Olarra vivió en Guipúzcoa hasta su fallecimiento en 1994,  a consecuencia de un cáncer, sin noticias de los terroristas.

Una magnifica jornada de recuerdo a las víctimas de ETA y de reivindicación de la dignidad y la justicia ante la barbarie separatista terrorista que tanto sufrimiento ha causado y sigue causando a los buenos españoles.