Francisco Tomás de Anchía y Urquiza “Longa”. Un guerrillero vasco lleno de amor a España y Capitán General de Valencia.
Uno de los jefes guerrilleros más importantes en la lucha contra las tropas francesas napoleónicas fue el vasco Francisco Tomás de Anchía y Urquiza, más conocido como “Longa”, natural de Mallavia, Vizcaya. Había nacido en 1783 en el caserío llamado “Longarte”, en la falda del monte Oíz, de donde surgió su apodo, que él mismo acabaría tomando como apellido. Fue un líder natural, que formó una partida guerrillera que llegaría a convertirse en la llamada “División Iberia”, formada principalmente por jóvenes alaveses y castellano leoneses. Su zona de actuación principal fue la provincia de Burgos, Álava, el condado de Treviño, y en menor medida, Vizcaya y Cantabria.
Era un joven sin formación militar, herrero de profesión y con conocimientos de fabricación de armas, que, en 1809, sin agravios personales y llevado únicamente del impulso patriótico, empezó a animar a otros jóvenes que conocía a formar una organización para combatir a los ocupantes franceses. Físicamente las referencias sobre él le describen como un joven fornido con aspecto de campesino vasco. Al principio reunió una partida que solo tenía 12 hombres, pero ésta empezó a aumentar rápidamente. Consiguió hacerse con una cierta cantidad de armas fabricadas artesanalmente y pronto empezó a abastecerse con armas capturadas a los franceses. Más tarde la guerrilla de Longa recibiría grandes suministros de armas desde Inglaterra.
En junio de 1810 su partida que ya contaba con 100 hombres, preparó una emboscada entre Puebla de Arganzón, Subijana de Álava y Frías, donde sus hombres dieron muerte a casi 30 soldados franceses. Fue el comienzo de su leyenda. Más tarde sus hombres, entre los que destacaba su lugarteniente Martín de Eguiluz organizaron una gran emboscada en el macizo de Orduña, en Vizcaya, contra las tropas napoleónicas que se hizo célebre. Era un convoy francés con 52 carros que se dirigía de Bilbao a Burgos. Aquel día los franceses sufrieron alrededor de 250- 300 muertos y perdieron gran cantidad de armamento. Desde entonces el ejército napoleónico de ocupación en el norte de España supo que Longa era uno de sus principales enemigos y destacó grandes fuerzas para intentar acabar con él y con su guerrilla.
Dado su perfecto conocimiento del terreno en que operaban, la guerrilla de Longa continuó consiguiendo importantes éxitos y engrosando sus filas y además pronto dispuso de una eficaz red de colaboradores e informadores entre el pueblo. En 1812 la Junta Central, desde Cádiz, le otorgó el grado de coronel, en premio a sus acciones y su guerrilla pasó a denominarse “División Iberia”. Uno de los lugares que se convertiría en maldito para los franceses, por la gran cantidad de bajas en emboscadas y ataques que sufrieron a manos de los hombres de Longa fue el desfiladero de Pancorbo, en lo que hoy es la provincia de Burgos y zona de paso habitual entre las Vascongadas y Castilla. En este agreste y montañoso lugar, la guerrilla de Longa llevó a cabo numerosos ataques contra las tropas francesas, que sufrieron bajas muy numerosas. También lanzó ataques la división de Longa contra las tropas ocupantes, en muchos otros lugares.
En febrero de 1813 los hombres de Longa lograron otra importante victoria en Poza de la Sal con un ataque por sorpresa contra las tropas de la división italiana del general Palombini, del ejército imperial francés. La sorpresa fue total y los italianos napoleónicos sufrieron 100 muertos. Los franceses organizaron grandes operaciones de cerco y batidas para capturar a Longa y al núcleo principal de sus hombres, pero Longa y sus guerrilleros siempre lograron escapar (aunque a veces por los pelos) avisados por sus muchos informadores. Intentaron también sobornarle para que se pasara a las filas francesas, también sin éxito obviamente
Longa también participó con parte de sus hombres en las batallas de Estella y Sanguesa, en Navarra, contra los franceses, en unión con las fuerzas guerrilleras de Francisco Espoz y Mina, gran comandante guerrillero navarro. Longa y sus guerrilleros participaron más tarde también en la lucha por Castro Urdiales, en Cantabria y a las órdenes del general inglés Wellington, tomaron parte en la batalla de Vitoria, donde el ejército francés sufrió una gran derrota. Wellington le nombró general.
Las represalias de los franceses, como siempre ante los ataques guerrilleros eran implacables y se extendían a los familiares. La esposa de Longa fue capturada, pero pudo escapar y reunirse con su marido. Pero el padre de Longa y un hermano suyo fueron fusilados por los franceses, pero nada de esto desanimó a Longa, que continuó la lucha con mayor empeño aún. Longa escribiría mas tarde que ninguna pérdida personal podría desanimar ni afectar a “la lealtad de un corazón vizcaíno hacia su rey”. Longa luchó también en ocasiones en colaboración con otro gran guerrillero vizcaíno, Mariano de Renovales, quien en julio de 1810 había lanzado una famosa proclama que decía entre otras cosas: “Vascongados, montañeses, riojanos, oíd las palabras del jefe militar que debe conduciros al campo del honor, que espera de vuestro cariño a la Patria y vuestro deseo innato a la independencia nacional, renovaréis el juramento patriótico, venid presurosos a mis banderas y venid repitiendo que vencer o morir es la divisa de la valiente nación española”
Las fuerzas de Longa causaron más de 900 muertos al ejército napoleónico. Sus acciones están muy bien documentadas en el libro “Francisco de Longa, de guerrillero a general en la Guerra de la Independencia. Historia de una guerrilla” de José Pardo de Santayana y Gómez de Olea, teniente coronel de Artillería y descendiente de Longa. Esta obra aporta una multitud de datos sobre Longa y sobre sus campañas, extraídos de los propios documentos de Longa, que hoy guarda la Diputación de Vizcaya y de sus memoriales contrastados con los datos del historiador militar francés Jean Sarramon, que escribió extensos libros que detallan la lucha entre el ejército napoleónico y la guerrilla hispánica en base a los datos de los documentos franceses
Terminada la Guerra de la Independencia, Longa fue nombrado Mariscal de Campo por Fernando VII. Fue un entusiasta realista y opositor al liberalismo, por lo que fue represaliado durante el período del llamado “Trienio Liberal” entre 1820 y 1823. Pero después, en 1825 fue nombrado Capitán General de Castilla La Vieja y en 1827 fue designado Capitán General de Valencia, donde murió en 1831. Descanse en paz Francisco de Longa, otro de los grandes vascos de la historia de España.
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