Reflexiones sobre el conflicto lingüístico en valencia.
Este texto no es más que un grito de rabia y dolor de uno de los pocos jóvenes que no han sido atrapados en las garras de la masa lingüística unificadora, que durante décadas ha sido la pólvora que ha dinamitado el principal sostén de nuestra cultura, la lengua valenciana. Me dirijo a usted, querido lector, en castellano; no por la necesidad de alcanzar a más gente, sino por el miedo a que me prejuzgue por escribir mi lengua con las únicas normas que la tratan cómo se merece.
No se ya las veces que he escuchado la frase que titula este humilde texto. La lengua valenciana ha sufrido un continuum de ataques que ya forman parte de un ideario social tan consolidado como anti valenciano e históricamente insolente.
Existen tres teorías sobre cómo se formó la lengua, pero a usted sólo le han enseñado que fue una repoblación catalana la que dio lugar al valenciano. No te han contado que se han encontrado poemas en valenciano mozárabe antes de la reconquista.
Más allá del debate sobre quién tiene o no tiene la razón sobre el origen, lo que jamás se debe permitir es la censura por el desconocimiento. Me apena, querido lector, que si cuenta con menos de 30 años, le hayan obligado a examinarte del ‘Mitjà’ (ya sea por motivos académicos o laborales) y a aprobar un examen de ‘Valencià’ dónde si escribía ‘este’ o ‘atre’ le penalizaban por no escribir correctamente. Esto es porque muy probablemente desconozcas Les Normes del Puig, desconozcas que existen unas normas para nuestra lengua, para esa lengua que rige nuestra cultura y nuestra forma de vivir.
Me apena más todavía que el sistema educativo jamás te haya enseñado autores como Xusep Maria Vaiarri o el Pare Fullana, en cambio te hayan obligado a estudiar a Mercé Rodoreda o a Joan Fuster. Esto demuestra, una vez más, que a ellos no les interesa proteger nuestra lengua, ni que la hablemos. Les interesa obligarte a pensar que hablas una lengua que no es la tuya.
Pero lo que más me apena es que pienses que yo hablo ‘valenciano de pueblo’ o que escribo con faltas de ortografía, yo hablo valenciano, como lengua, no como dialecto. Tú no hablas mal, tú hablas (y escribes) valenciano.
Para concluir, me gustaría puntualizar algo. Mi reflexión no va encaminada a que nos enseñen exclusivamente autores, normas o teorías de tradición valencianista, mi reflexión va encaminada a que nos enseñen una variedad de autores, normas y teorías suficiente para que cada estudiante pueda discernir qué teoría de la lengua es la correcta.
Querido lector, la lengua no es sólo cosa de lingüistas, la lengua es cosa de hablantes. Fruix de la llengua, parla-la i defen-la. La llengua es nostra.
0 comentarios