Nota: Iniciamos una nueva sección en este blog consistente en publicar un editorial sobre temas fundamentales para la asociación. Este es el primero dedicado a las fechas del 1 y el 2 de mayo.
Es capricho del calendario que dos fechas enormemente significativas desde el punto de vista político sean consecutivas en el comienzo de este mes de mayo. El 1 de mayo es el día del trabajo y el día 2 de mayo el aniversario de los levantamientos populares en Madrid contra la invasión napoleónica.
Habitualmente monopolizado por sindicatos y partidos de izquierda, el día del Trabajo ha ido perdiendo su significado a medida que esta corriente política ha ido desplazando a las masas proletarias como sujetos de su actuación, para adoptar a feministas, homosexualistas, animalistas, indigenistas y demás partidarios de los diferentes subconjuntos del marxismo/liberalismo cultural. El resultado ha sido que la persecución obsesiva de discriminaciones imaginarias ha ocultado la discriminación real que sufren los pobres respecto a los ricos, engordada por la proletarización y destrucción de las clases medias en aplicación de las políticas globalistas, y el progresivo desmantelamiento del estado del bienestar, devorado por unas élites económicas que maximizan beneficios deslocalizado empresas, desindustrializando amplias zonas del planeta y utilizando otras como proveedoras infinitas de materias primas y mano de obra barata a través de la inmigración masiva.
El 2 de mayo es la fecha que simboliza la reacción de patriotismo del pueblo español ante la invasión francesa en la Guerra de la Independencia, momento que suele considerarse el nacimiento de la nación española moderna, sin perjuicio de su existencia como nación histórica desde el III Concilio de Toledo en la Spaniavisigoda. Entre las anécdotas que resumen ese día está la de los presos de una cárcel de Madrid que pidieron ser liberados para luchar contra los franceses, bajo palabra de regresar a prisión una vez pasada la batalla. Las autoridades, pese a la falta de fe en el cumplimiento de la promesa, temiendo un motín, se avinieron a ello. Una vez terminado el alboroto, de cincuenta y seis reclusos liberados, cuatro murieron en los combates siguientes, uno, aparentemente se fugó y cincuenta y uno regresaron a la prisión, ensangrentados pero satisfechos de haber luchado por su patria. Ese es el sentido del honor de los españoles, independientemente de su clase social y aún en las más terribles circunstancias.
Las dos fechas, que los azares de la historia han unido en el calendario, representan muy bien lo que Valentia Forum defiende y que se puede sintetizar en el concepto de patriotismo social, aquel en virtud del cual un patriota no puede estar satisfecho mientras un padre de familia, un joven, una mujer, un anciano o uno solo de sus compatriotas más desfavorecidos no pueda disponer de recursos para vivir con dignidad y mantener a su familia con su trabajo honrado. El día uno representa la justicia social y el dos el patriotismo, conceptos que deben estar indisolublemente unidos.
Comprendimos que en Francia el patriotismo avanzaba firme cuando vimos que sus manifestaciones del 1 de mayo rivalizaban con las de la izquierda. Eso le pedimos también al patriotismo español, independientemente de que partido o asociación lo represente en cada momento determinado, que no se sume a una derecha liberal insolidaria y clasista ni a una izquierda antinacional, urbanita y pija, traidora de la causa de la patria, pero también de la de los desfavorecidos. Porque el patriotismo español será social o no será y, de igual modo, la justicia social la traeremos los patriotas o no la traerá nadie.
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