El 25 de marzo conmemoramos «El Día del Niño por nacer. El día de la Vida» exigiendo que se detenga el genocidio legal del aborto. El aborto lo legalizó en España el PSOE en el año 1985 y desde entonces ningún partido ha derogado está ley, pudiendo haberlo hecho el PP, cómplice de este genocidio, en sus años de mayorías absolutas, pero no lo hizo, anteponiendo sus cálculos electorales a los principios que decía defender.
La Constitución afirma en su artículo 15 que “todos” tienen derecho a la vida. El Tribunal Constitucional interpretó, con motivo del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por Alianza Popular contra la reforma del Código Penal impulsada por el gobierno socialista de Felipe González, que despenalizaba el aborto en los supuestos terapéutico, ético y eugenésico, que ese “todos” se predicaba únicamente de los ya nacidos, pero que la vida prenatal era un bien jurídico derivado del derecho a la vida merecedor de protección y que esa protección incluía el reproche penal y que, por tanto, solo podría despenalizarse cuando seguir adelante con el embarazo chocase con otro derecho constitucional como ocurría en los tres supuestos despenalizados.
En 2009 el gobierno de Zapatero tramitó la reforma de la ley que regulaba la interrupción voluntaria del embarazo en tres supuestos delimitados por una nueva ley en la que se permitiría, en cualquier circunstancia, durante las 14 primeras semanas de gestación, y, hasta la semana 22, en caso de que exista grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada o riesgo de graves anomalías para el feto. En caso de que se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida no hay límite temporal para abortar. La nueva ley permite también a las jóvenes de 16 y 17 abortar sin necesitar la autorización de sus padres. Esta reforma fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Partido Popular, que además llevaba en su programa modificarla, cosa que no hizo cuando ganó las elecciones con mayoría absoluta, siguiendo la tradicional obsesión del PP por parecer más progres que la izquierda y consumando otra grave traición a su electorado.
Lo Legal no tiene nada que ver con lo Moral. Viene demostrándose desde la despenalización de 1985 a la Ley de plazos de 2010 pasando por las últimas reformas en curso o los últimos pasos para reprimir rezar ante clínicas abortistas. La guinda del pastel de la indecencia la ha puesto el Parlamento Europeo, la agonía de Europa, que ha considerado el Aborto como un Derecho humano fundamental. Advirtiendo a los Estados que denegar ese derecho «es una violación de los derechos humanos y una forma de violencia de género»
En nuestra opinión, cuando dentro de 50, 100 o 500 años una sociedad futura con una dimensión ética más desarrollada que la nuestra estudie que en el pasado existía el aborto legal les parecerá un acto de barbarie como nos parece a nosotros la esclavitud o los infanticidios. Existen otras formas más civilizadas de resolver el problema de los embarazos no deseados que esa. Una sociedad que asume como normal esta práctica está enferma. Una sociedad en la que traer una vida al mundo es tan oneroso, tan problemático, que decenas de miles de mujeres se plantean cometer un acto tan moralmente, cuanto menos, cuestionable, cada año, debería reflexionar si su jerarquía de valores es la adecuada. 2’4 millones de abortos en España y un negocio millonario suponen un reemplazo poblacional y la muerte de la Civilización. No dejemos que se vulnere el derecho de la mujer a ser madre estando junto a los sectores en riesgo de exclusión y el de los niños a nacer.
Desde Valentia Forum exigimos la detención de este Genocidio porque cada Vida es de un Valor incalculable. Hay que acabar con la Cultura de la Muerte siguiendo con la presión social, la movilización y la rebelión por la Vida.
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