¿Cuánto se abusa de la palabra “camarada” hoy en día?
Todos camaradas. Para tomar una cerveza, ir a un concierto, hacer maldades o al fútbol; ahora bien, no hables de compromiso, puesto que muchos carecen del mismo.
Postureo sí, pero el compromiso ya si eso lo dejamos para luego. Un luego que cómo no, se convierte en nunca.
Todos malotes, book fotos, pero no son capaces de levantarse un domingo para ir a una manifestación o perder su tarde de cervezas con los colegas para hacer una pancarta.
No se trata de pagar una cuota, de frecuentar un local, o de regalar cuatro libros,se trata de algo más, del espíritu indomable que nos caracteriza. Esa lucha sin cuartel hasta la muerte. Tener ideas, convicciones claras, llevarlas hasta el final.
Cuántas tardes “perdidas” oliendo a pintura, cuántas discusiones con la pareja por llegar tarde, cuántos palos recibidos, por no hablar de multas.
Ahora bien, todo esto nos da igual, pues luchamos por algo superior a nuestro ser, esa llama que arde en el corazón de los hombres nobles.
No somos héroes, ni lo pretendemos ser, no vinimos a cambiar el mundo, pero que al menos no nos cambie.
¿Cuántos “camaradas” han quedado atrás?, ¿Cuántos han desaparecido? ¿Cuántos nos han insultado o dicho que esto no servía para nada? ¿Dónde están? ¿Dónde han estado todos estos años? ¿Creen que nosotros no nos quemamos?¿Que no nos cansamos? ¿Que no nos decepcionamos? Pues sí, un sí rotundo a todas y cada una de estas preguntas, y de las mil que nos podríamos hacer.
Pero, que más da, la opinión del “camarada”. Luchamos y seguiremos. Por nuestros hijos, padres, hermanos y abuelos. Por aquellos que nos preceden y que nos precederán. Por esa idea inmortal.
Seguiremos en la brecha una vez más, contra a viento y marea, enarbolando la bandera de la tradición, de Dios, la Patria, la Justicia social. La bandera de las causas nobles y corazones inquebrantables.
No esperamos que los “camaradas” se lancen en masa a colaborar, o se movilicen; pero si despertar en ellos una reflexión.
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